sábado, 14 de octubre de 2006

Conociendo a Miss Liberty

Hoy sí hemos hecho algo más "típico", hemos bajado en metro hasta la zona de Battery Park para cojer el ferry que nos lleva a Liberty Island (donde está la estuatua) y a la Isla de Ellis. Bueno en realidad el ferry lleva a sólo UNA de las dos islas (tienes que elegir), y dado que no se podía subir a la estatua de la libertad hemos optado por la Isla de Ellis, que además era lo que nos había recomendado mi hermano, y con acierto. El museo que allí se encuentra, construido sobre la que fue la principal estación de inmigración de los Estados Unidos, rememora la caótica avalancha humana que llegó a estas tierras durante la primera mitad del siglo pasado (se calcula que 12 millones de personas tuvieron que pasar por los duros controles de la oficina de inmigración, y muchos otros no lo consiguieron). También nos dijeron que hoy en día el 40% de la población de EE.UU. tiene su origen en generaciones que entraron al país por esta isla, en una época en la que el hambre y la desesperación hacían huir a gentes de toda Europa hacia la que para ellos era la tierra prometida (es curioso, esta historia me suena a rabiosa actualidad). Por cierto, me acordé mucho de la escena de El Padrino II y de la más reciente (y flojita) Hitch, aunque el supuesto libro de registro de inmigrantes que aparece aquí no existe como tal, sino que se consulta vía web (claro, que para ligarse a Eva Mendes el libro resulta más "glamouroso", como bien pensó Will Smith).

A la vuelta del ferry cogimos un autobús y después nos bajamos a comer un bocata rápido en un Subway (que para ser "fast food", la verdad es que estaban deliciosos), con objeto de coger fuerzas para acercarnos andando hasta la "zona cero", que hoy en día es un enorme solar en construcción rodeado por una especie de exposición de fotografías y mensajes recordando a las víctimas. A pesar de que el aspecto era el de los cimientos de un edificio cualquiera, era difícil no dejarse impresionar por la magnitud de la tragedia que tuvo lugar allí. Silvia estaba especialmente afectada, aunque el plan que teníamos para terminar la noche hizo que se le quitasen pronto todas las penas: nada menos que ir al club Duvet, la famosa discoteca de las camas que sale en la serie Sexo en Nueva en York. Que, por cierto, yo sigo diciendo que los clubes y las discos son iguales (o peores) que en España, por mucha cama y toque "chic" que quieran darle. Y encima en NY las copas son mucho más caras.

Recuerdo de Nueva York, foto tomada en el ferry.


La isla de Ellis, con Nueva Jersey al fondo


Miss Liberty mirando a Badahó (y a Europa en particular)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Como os mereciais este viaje!! Como malegro de veros en las fotos y leer lo absolutamente flipaos questais!!
Ya estoy deseando ver tooodas esas fotos y escuchar toodas las historietas newyorkinas cuando volvais!
Disfrutadlo muchisimo!

MariCarmen

Fëanor dijo...

Espero que aproveches para visitar el apple store de la quinta avenida, que tiene q ser realmente digno de verse ;)

A pasarlo bien, chicos. Anda que no me dáis envidia.

Anónimo dijo...

Si te pillas un ipod (nano, video o lo que sea menos el chufle claro) que venga con radio FM y dinos el precio pa q nos arañemos la cara...