lunes, 17 de septiembre de 2007

Devastación (palabra de Ramón Trecet)

La final se perdió el sabado contra Grecia. La exigencia fisica y psiquica fue tan enorme que España salíó a jugar la final con el depósito en la reserva. Cuando nuestros jugadores lanzaban tiros libres, sus rostros reflejaban una tensión, una angustia excepcionales. Particularmente Pau, extenuado reboteador, para correr extenuado al otro lado, recibir falta y colocarse en la linea para lanzar. Y cada vez, más agobiado por el cansancio fisico, por no poder controlar los resortes de su juego como un boxeador groggy trata de ponerse en pie y no puede.Su rostro cada vez más contraido. Poco a poco, fueron cayendo todos. Desapareció Rudy, luego Navarro, luego Calderón, luego los demás. Solo Pau seguia alli, abandonado por sus recursos fisicos, se negaba a aceptar el cansancio, la claudicación. Y falló el ultimo tiro, pero lo falló porque fue el unico que se atrevió. El que se atreve, vence. Eso dice el lema de los SAS británicos, pero a veces no se vence ni atreviéndose. La factura que hubo que pagar contra Grecia fue demasiado alta.

Hay que aplaudir e este grupo humano de dirigentes, técnicos, jugadores y profesionales de la prensa. Ha sido un trabajo profesional y brillante. Los jugadores han entregado hasta la ultima brizna de energia, de pasión. Han jugado con emoción y cuando es así, el deporte alcanza sus maximas cotas de emulación, solidaridad y trabajo en equipo. Son nuestros campeones y me siento orgulloso de ellos. ¿No lo estais vosotros?


Por cierto, que el inolvidable Ramón Trecet debería cobrar un cánon de propiedad intelectual cada vez que el pesado de Andrés Montes emite algunas de sus cansinas y repetitivas onomatopeyas baloncestísticas (RATATATATATÁ = DING DONG, ya me entendéis)

Un momento ¿he escrito
RATATATATATÁ = DING DONG...?



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